Es importante saber cual es el poder que ejerce el miedo sobre nuestra mente y nuestro comportamiento.
Nos puede ayudar a sentirnos mejor:
*Visualizar como sería nuestra vida sin ese miedo y que es lo que lograríamos, conectar con esa sensación de logro, libertad.
*Analizar nuestros pensamientos y comprender la diferencia que hay entre el riesgo real y el riesgo percibido.
*Pensar que la probabilidad de que nos ocurra lo peor de lo que tememos es muy baja.
*Reeducar nuestros pensamientos para dejar de alimentar nuestro miedo, intentando ver la parte más positiva del objeto o la situación.
*Cuando empiece a invadirnos el miedo, parar y reflexionar sobre el riesgo real.
*Exponernos a nuestro miedo de manera gradual, por ejemplo:
-si tenemos miedo a montar en bicicleta empezaremos mirando un vídeo de alguien montando en bicicleta, hasta que podamos observarlo con tranquilidad.
-iremos a algún lugar donde sepamos que puede haber gente paseando en bicicleta, observarla hasta que desaparezca el miedo.
-podemos ir a casa de un amigo que tenga bicicleta y observar como lo hace, cuando ya estemos preparados, podemos pedirle que nos permita montar en ella mientras él la sostiene hasta que nos sintamos seguros.
-finalmente, podemos practicar en un lugar donde no haya demasiado tráfico durante un tiempo a solas, hasta que nos veamos capacitados para poder hacerlo en un lugar más transitado.
NUNCA DEBERÍAMOS HACER ALGO DEMASIADO PELIGROSO PARA ENFRENTARNOS A NUESTROS MIEDOS, SIEMPRE HA DE PRACTICARSE CON SEGURIDAD.
*Hablar sobre nuestro miedo y describir nuestras emociones también puede ayudarnos a superarlo.
NUNCA DEBERÍAMOS HACER ALGO DEMASIADO PELIGROSO PARA ENFRENTARNOS A NUESTROS MIEDOS, SIEMPRE HA DE PRACTICARSE CON SEGURIDAD.
*Hablar sobre nuestro miedo y describir nuestras emociones también puede ayudarnos a superarlo.
*Aprender técnicas de relajación y aplicarlas cuando sintamos que nuestro cuerpo empieza a reaccionar ante el miedo:
-concentrándonos en nuestra respiración, inspirando durante 4 segundos y expirando 4 segundos, las iremos alargando conforme nos vayamos sintiendo mejor hasta que la respiración se normalice.
-si nuestros músculos se tensan: debemos contraerlos, para ello podemos apretar las manos o piernas, tensando las extremidades durante 3 segundos y luego soltarlas relajándolas, repetir la acción 2 ó 3 veces, hasta que el estrés desaparezca.
*Intentar ver la parte positiva de la emoción del miedo, viendo la función que tiene en la vida.
Aprovechando la adrenalina que desprendemos en el momento, utilizándola como una fuente de energía.
Debemos comprender que nos hace sentir intensamente el momento, enfocándonos en lo que tenemos ante nosotros, nos agudiza los sentidos, deberíamos dirigirlo hacia donde nos sea más beneficioso.
Podemos utilizarlo como una oportunidad, una herramienta para identificar los problemas y resolverlos de manera efectiva. Una llamada de atención.
Una vez ha pasado ya, la ola del miedo, podemos examinarla para ver qué podemos aprender. Todas nuestras emociones nos quieren enseñar algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario