19/5/16

EL MIEDO parte 1

"EL MIEDO NO EXISTE"

¿Quién no ha sentido miedo alguna vez?
El miedo es una emoción natural, nos ayuda a protegernos de peligros y preservar la vida, así que es una emoción positiva, pero no siempre el origen es un peligro real, a veces es la creación de nuestra propia mente.

Una noche, siendo una niña, no quería ir a dormir porque tenía miedo.
Mi abuela, una mujer con muchos miedos y fobias reconocidas por ella misma, me dijo:
-¿Cómo es que tienes miedo? ¡Si "el miedo no existe"!!!
Supongo que esta frase hizo que me sintiera segura, desde entonces no volví a tener problemas para dormir sola.

Hay diferentes maneras de enfrentarnos al miedo:
-Luchando contra la adversidad y con valentía, en esta lucha puede acompañarnos otra emoción la rabia o la ira, ayudándonos a sacar lo mejor de nosotros mismos para "sobrevivir" o "superar el obstáculo".
-Paralizándonos, ante una situación que creemos no poder controlar, o nos puede ocasionar algún daño, nos bloqueamos, no podemos pensar, no hay reacción.
-Huyendo, el instinto de supervivencia nos hace huir para nuestra protección, no nos enfrentamos al peligro. Esta reacción puede ir acompañada de tristeza.

El problema empieza cuando el miedo controla nuestra vida:
Ocasiona ansiedad o angustia, nos hace evitar situaciones o lugares, dejamos de hacer cosas o las hacemos torpemente dominados por esta emoción.

A veces son fobias a cosas tangibles (animales, sangre, agujas...) otras a situaciones (hablar en público, volar en avión, conducir...)
Las reacciones fisiológicas pueden ser:
aceleración del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, sensación de mareo, sudor, angustia, necesidad de escapar, sentirse bloqueado, sentir que podrías desmayarte o morir, impotencia ante el propio miedo incluso sabiendo que es irracional.

En ocasiones, el origen de éste es algún evento traumático vivido en el pasado, es natural querer evitar la experiencia, pero debe abordarse.
En otras, son miedos heredados, se puede desarrollar un miedo sin haber vivido una situación traumática antes, simplemente porque alguno de los progenitores lo tenía. Los niños decodifican la información ambiental y si observan que podría ser una amenaza al ver a los adultos interactuar con un objeto o situación, asocia con "da miedo" o "es peligroso" independientemente de si el riesgo es real o no.

A veces es muy sencillo de localizar el origen de nuestro miedo, son cosas o situaciones muy claras. 
En otros casos, hay que indagar un poco más para poder encontrarlo, pero es importante hacerlo, poder ponerle nombre, como con todas las emociones; cuanta más información posees más te ayuda a comprender y saber a que te enfrentas realmente.
No debemos juzgar los miedos, ninguno es bueno o malo, ni mejor o peor que otro.
Observando podemos averiguar todo lo que desencadena nuestro miedo.

Hay diferentes terapias que nos pueden ayudar en todo este proceso, L' Aura Nova puede asesorarte sobre cual sería la más adecuada para ti en este momento.






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