30/5/16

SESIÓN TERAPEUTICA DE REIKI EN L' AURA NOVA

Previamente a  una sesión de Reiki pido únicamente los datos necesarios para hacer la terapia. 

Prefiero ir descubriendo lo que el alma de la persona desea desvelarme, no me gusta sentirme condicionada por tener demasiada información anteriormente. 
Entiendo que así todo lo que la persona me transmite durante la sesión es mucho más puro y la conexión es más natural. 

Se desbloquea lo que su esencia necesita en ese momento y me desvela el origen de esas emociones sin que su mente o la mía intervengan en el proceso.

La primera sesión suele ser de más larga duración que las siguientes porque generalmente es como una presentación del interior de la persona en la que puedo percibir como se siente y los diferentes orígenes que le pueden haber ocasionado que esté así en ese momento.  

En las siguientes sesiones se suelen ir destapando cosas más concretas y centrarse más en lo que hay que trabajar para seguir avanzando. 

Es muy posible que para seguir con el proceso de sanación esta persona necesite el apoyo de las flores de Bach entre sesión y sesión de Reiki , las flores de Bach tienen la virtud de ayudarnos a corregir las emociones, pudiéndolas controlar, transmutar o decidir como queremos actuar ante la situación. 
Para concertar hora puedes ponerte en contacto con Laura Tel. 607211163

23/5/16

EL MIEDO parte 2

"COMPRENDER LA DIFERENCIA ENTRE EL RIESGO REAL Y EL PERCIBIDO"

Es importante saber cual es el poder que ejerce el miedo sobre nuestra mente y nuestro comportamiento.

Nos puede ayudar a sentirnos mejor:


*Visualizar como sería nuestra vida sin ese miedo y que es lo que lograríamos, conectar con esa sensación de logro, libertad.


*Analizar nuestros pensamientos y comprender la diferencia que hay entre el riesgo real y el riesgo percibido.


*Pensar que la probabilidad de que nos ocurra lo peor de lo que tememos es muy baja.


*Reeducar nuestros pensamientos para dejar de alimentar nuestro miedo, intentando ver la parte más positiva del objeto o la situación.

*Cuando empiece a invadirnos el miedo, parar y reflexionar sobre el riesgo real.

*Exponernos a nuestro miedo de manera gradual, por ejemplo: 
-si tenemos miedo a montar en bicicleta empezaremos mirando un vídeo de alguien montando en bicicleta, hasta que podamos observarlo con tranquilidad.
-iremos a algún lugar donde sepamos que puede haber gente paseando en bicicleta, observarla hasta que desaparezca el miedo.
-podemos ir a casa de un amigo que tenga bicicleta y observar como lo hace, cuando ya estemos preparados, podemos pedirle que nos permita montar en ella mientras él la sostiene hasta que nos sintamos seguros.
-finalmente, podemos practicar en un lugar donde no haya demasiado tráfico durante un tiempo a solas, hasta que nos veamos capacitados para poder hacerlo en un lugar más transitado. 
NUNCA DEBERÍAMOS HACER ALGO DEMASIADO PELIGROSO PARA ENFRENTARNOS A NUESTROS MIEDOS, SIEMPRE HA DE PRACTICARSE CON SEGURIDAD.

*Hablar sobre nuestro miedo y describir nuestras emociones también puede ayudarnos a superarlo. 

*Aprender técnicas de relajación y aplicarlas cuando sintamos que nuestro cuerpo empieza a reaccionar ante el miedo:
-concentrándonos en nuestra respiración, inspirando durante 4 segundos y expirando 4 segundos, las iremos alargando conforme nos vayamos sintiendo mejor hasta que la respiración se normalice.
-si nuestros músculos se tensan: debemos contraerlos, para ello podemos apretar las manos o piernas, tensando las extremidades durante 3 segundos y luego soltarlas relajándolas, repetir la acción 2 ó 3 veces, hasta que el estrés desaparezca.

*Intentar ver la parte positiva de la emoción del miedo, viendo la función que tiene en la vida.
Aprovechando la adrenalina que desprendemos en el momento, utilizándola como una fuente de energía.

Debemos comprender que nos hace sentir intensamente el momento, enfocándonos en lo que tenemos ante nosotros, nos agudiza los sentidos, deberíamos dirigirlo hacia donde nos sea más beneficioso.
Podemos utilizarlo como una oportunidad, una herramienta para identificar los problemas y resolverlos de manera efectiva. Una llamada de atención.

Una vez ha pasado ya, la ola del miedo, podemos examinarla para ver qué podemos aprender. Todas nuestras emociones nos quieren enseñar algo.








19/5/16

EL MIEDO parte 1

"EL MIEDO NO EXISTE"

¿Quién no ha sentido miedo alguna vez?
El miedo es una emoción natural, nos ayuda a protegernos de peligros y preservar la vida, así que es una emoción positiva, pero no siempre el origen es un peligro real, a veces es la creación de nuestra propia mente.

Una noche, siendo una niña, no quería ir a dormir porque tenía miedo.
Mi abuela, una mujer con muchos miedos y fobias reconocidas por ella misma, me dijo:
-¿Cómo es que tienes miedo? ¡Si "el miedo no existe"!!!
Supongo que esta frase hizo que me sintiera segura, desde entonces no volví a tener problemas para dormir sola.

Hay diferentes maneras de enfrentarnos al miedo:
-Luchando contra la adversidad y con valentía, en esta lucha puede acompañarnos otra emoción la rabia o la ira, ayudándonos a sacar lo mejor de nosotros mismos para "sobrevivir" o "superar el obstáculo".
-Paralizándonos, ante una situación que creemos no poder controlar, o nos puede ocasionar algún daño, nos bloqueamos, no podemos pensar, no hay reacción.
-Huyendo, el instinto de supervivencia nos hace huir para nuestra protección, no nos enfrentamos al peligro. Esta reacción puede ir acompañada de tristeza.

El problema empieza cuando el miedo controla nuestra vida:
Ocasiona ansiedad o angustia, nos hace evitar situaciones o lugares, dejamos de hacer cosas o las hacemos torpemente dominados por esta emoción.

A veces son fobias a cosas tangibles (animales, sangre, agujas...) otras a situaciones (hablar en público, volar en avión, conducir...)
Las reacciones fisiológicas pueden ser:
aceleración del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, sensación de mareo, sudor, angustia, necesidad de escapar, sentirse bloqueado, sentir que podrías desmayarte o morir, impotencia ante el propio miedo incluso sabiendo que es irracional.

En ocasiones, el origen de éste es algún evento traumático vivido en el pasado, es natural querer evitar la experiencia, pero debe abordarse.
En otras, son miedos heredados, se puede desarrollar un miedo sin haber vivido una situación traumática antes, simplemente porque alguno de los progenitores lo tenía. Los niños decodifican la información ambiental y si observan que podría ser una amenaza al ver a los adultos interactuar con un objeto o situación, asocia con "da miedo" o "es peligroso" independientemente de si el riesgo es real o no.

A veces es muy sencillo de localizar el origen de nuestro miedo, son cosas o situaciones muy claras. 
En otros casos, hay que indagar un poco más para poder encontrarlo, pero es importante hacerlo, poder ponerle nombre, como con todas las emociones; cuanta más información posees más te ayuda a comprender y saber a que te enfrentas realmente.
No debemos juzgar los miedos, ninguno es bueno o malo, ni mejor o peor que otro.
Observando podemos averiguar todo lo que desencadena nuestro miedo.

Hay diferentes terapias que nos pueden ayudar en todo este proceso, L' Aura Nova puede asesorarte sobre cual sería la más adecuada para ti en este momento.






13/5/16

MI DESPERTAR CON EL REIKI

Debido a diferentes situaciones laborales y personales que estaba viviendo hace ya algún tiempo, conocí por primera vez lo que era el estrés. Trabajaba como administrativa y ,como más tarde descubrí, no era el trabajo de mi vida. Esta situación se fue complicando y derivó en una pequeña depresión. 
Por aquel entonces no sabía lo que me ocurría, pero lo que sí sabía era que quería encontrarme bien. 

Fui buscando mi bienestar personal a través de los masajes, el yoga... y en esa búsqueda en la que intentaba encontrar soluciones encontré personas, viví experiencias y el Reiki llamó a mi puerta, me propusieron hacer un curso de primer nivel de Reiki (desconocía por completo lo que era), la verdad es que no recuerdo cuales eran las explicaciones que me dieron, pero hubo una frase que me hizo tomar la decisión:
- Y a tí, te iría bien para tu hijo, si se pone enfermo o tiene fiebre le puedes ayudar.
En aquel momento mi hijo aún no había cumplido los 2 añitos, así que, no me lo pensé.

Recuerdo con mucho cariño aquel fin de semana, las vivencias que tuve y lo que fue mi despertar a lo que cambió mi vida: el REIKI.
Ese fin de semana uno de los participantes al ponerme las manos en el chacra corazón, en la espalda, se quejaba del calor que desprendían sus manos, le quemaban. Durante la noche, en casa, aún podía sentir como me ardía este chacra, el cuerpo me tiritaba de frío, sentía una envolvente sensación de paz.... 

Nos aconsejaron que practicáramos y así lo hice: hacía Reiki a todo ser viviente y "no viviente" que me lo permitía. 
Cada vez  descubría más cosas sobre mi misma y se me iba despertando más y más la intuición, sentía la energía, fluía con ella y no me costaba nada hacerlo.
En una de las prácticas descubrí, para mi sorpresa como podía conectar con la persona, sentía intensamente sus emociones, su tristeza, enfado, rabia y el orígen de las mismas.
A partir de ese día cada vez que practicaba, no importaba la persona que fuera, venían a mi mente imagenes y emociones, a veces se trataba simplemente de vivencias de su rutina en el trabajo pero que me explicaban el porqué de su molestia y la posturas que debían corregir.

Desde entonces he hecho reiki a personas, animales, plantas, aparatos eléctricos, piedras... 
Todo tiene energía, en algunas ocasiones los aparatos vuelven a funcionar durante un periodo de tiempo, en las personas el malestar desaparece, en otras simplemente han de cambiar actitudes, hábitos, comprender situaciones o vivencias experimentadas para su autosanación o crecimiento personal.
He de reconocer que con los animales me cuesta más confiar e interpretar la información que recibo, aunque luego he podido apreciar su mejoría o su "liberación".

El Reiki nos enseña a sacar lo mejor de nosotros mismos, ver y vivir la vida de una manera más positiva, ayudándonos a liberarnos de cargas y emociones no necesarias.

Lo aconsejo como terapia para encontrar el bienestar emocional y físico, también es una buena herramienta que puede ayudarnos en el crecimiento personal.

Cualquier persona puede recibir esta terapia, o iniciarse en Reiki, cada uno vivirá su propia experiencia.












6/5/16

MI EXPERIENCIA CON LAS FLORES DE BACH


Desde niña, mi estación del año preferida ha sido la primavera, pero hacía ya varios años que no podía disfrutar de ella porque sufría las molestias de la alergia: rinitis, conjuntivitis, estornudos, inflamación en las mucosas respiratorias..., en fin que os voy a contar.

Los síntomas cada vez eran menos soportables, había intentado controlarlos con diferentes tratamientos, un dia se me ocurrió poner un comentario de como me sentía en una red social, y una amiga me propuso hacer una tratamiento con flores de Bach.
Lo cierto es que ya las había provado con otros terapeutas, pero esta vez fue diferente, era un tratamiento personalizado y aunque ya estaba con todos los síntomas disparados, cuando llevaba una semana tomándolas, todas las molestias me desaparecieron.

Esta terapeuta se convirtió posteriormente en mi profesora y me enseñó todo lo que sé sobre esta terapia. 

Cada año tardan más en aparecerme las molestias de la alergia, son menos intensas y me duran menos tiempo, ya sólo me quedan en el recuerdo esas fatídicas noches en las que no podía dormir debido a que la alergia me impedía respirar.

Lo bueno de esta terapia holística es que te ayuda a corregir las actitudes, patrones y los estados emocionales negativos que generan los síntomas físicos. 

Aún siguen acompañándome en los momentos o temporadas que más las necesito, enseñándome, ayudándome en mi crecimiento personal y aportándome la armonía necesaria.

Y aunque la puerta que abrió mi conocimiento a esta terapia fué mi alergia, en mi consulta también he podido ayudar a muchas personas a sentirse mejor anímica, física y espiritualmente por otras cuestiones.



3/5/16

LA MEDITACIÓN DE CONCIENCIA PLENA

Para realizar esta técnica:

Busca un lugar tranquilo, donde puedas sentarte o estirarte cómodamente, en el que no te molesten o puedan interrumpirte.
Puedes poner un poco de música suave, si te apetece.

Intenta concentrarte en tu respiración, en como entra y sale el aire por tus fosas nasales.
Respira de manera natural, sin forzarla.
Puedes repetir un mantra o simplemente pensar: inspirando..., expirando..., inspirando..., expirando...
Esto te ayudará a entrar en estado de meditación.
Si te viene alguna imagen o recuerdo a la mente; simplemente has de observarlo, dejarlo pasar y volver a concentrarte en la respiración.

La meditación ayuda a calmar la mente, tranquilizarse, liberarse de las preocupaciones diarias, el estrés, la ansiedad y la depresión.
Potencia el estado de concentración y la memoria.
Estimula el sistema inmune y los mecanismos de autocuración.
Ayuda a desarrollar la creatividad.
Desarrolla la inteligencia emocional y la empatia.
Nos aporta felicidad.